miércoles, 15 de febrero de 2012

Ahora llueve y tu cama es parte de mi corazón

 Búscame debajo de una piedra, pues soy pequeña como el hombre; en las puertas que no llevan a ninguna parte, pues estoy perdida, vivo perdida y ando perdida. Búscame en un breve susurro del viento, pues aún no he  aprendido a vivir sin escuchar. En una nube de humo o en el filo de una daga. En la orilla de la laguna que separa tu vida y mi muerte.
 Búscame en cada página de libros olvidados, siguiendo el rastro de fe en una vida que no termina. Hállame en un huevo, en un bordado, en un lienzo o en tu cama. En cada una de las canciones que me han hecho sentir dolor, o en cada uno de los pelos de tu barba. En mi monte de Venus o en la curva de tu espalda.

 Y, cuando te canses de caminar sin mapa, me encontrarás en la puntiaguda esquina de mi vida. Y, con voz solemne, rézame cada una de las razones por las que no debe temer una niña con miedo.
 Y, al final, yo resumiré mi vida en una frase: "Amé con todo mi corazón y dejé de vivir por un instante".

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