viernes, 24 de febrero de 2012

A los que aman.

 Hay nubes grises que cogen su color al estar cerca de la luna. Hay nubes sin sombra. Hay nubes densas, blancas y brillantes cuyos bordes se tocan. Hay velos blanquecinos formados por cristales de hielo. Nubes como rebaños. Hay nubes negras como montañas oscuras, que en unos instantes cubren el cielo y anegan la tierra de lluvia.
 Hay nubes como velo de cristal. Y nubes pesadas como castillos. Nubes que nos recuerdan la cara del ser que amamos. Y nubes con rostros que no queremos recordar.
 Siempre viví mirando al cielo y nunca encontré dos nubes idénticas. Así quiero morir. Mirando las nubes y buscando la pregunta a una respuesta que no conozco.

domingo, 19 de febrero de 2012

Las páginas no sirven.
La poesía no cambia
sino la forma de una página, la emoción,
una meditación ya tan gastada.
Pero en concreto, señores. nada cambia.
En concreto, cristianos,
no cambia una cruz a nuevos montes,
no arranca, alemanes,
la vergüenza de un tiempo y de su crisis
no le quita, marxistas,
el pan de la boca al millonario.
La poesía no hace nada.
Y yo escribo estas páginas sabiéndolo.
Lo que queda
-tan poco ya-
sería suficiente 
si durase.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ahora llueve y tu cama es parte de mi corazón

 Búscame debajo de una piedra, pues soy pequeña como el hombre; en las puertas que no llevan a ninguna parte, pues estoy perdida, vivo perdida y ando perdida. Búscame en un breve susurro del viento, pues aún no he  aprendido a vivir sin escuchar. En una nube de humo o en el filo de una daga. En la orilla de la laguna que separa tu vida y mi muerte.
 Búscame en cada página de libros olvidados, siguiendo el rastro de fe en una vida que no termina. Hállame en un huevo, en un bordado, en un lienzo o en tu cama. En cada una de las canciones que me han hecho sentir dolor, o en cada uno de los pelos de tu barba. En mi monte de Venus o en la curva de tu espalda.

 Y, cuando te canses de caminar sin mapa, me encontrarás en la puntiaguda esquina de mi vida. Y, con voz solemne, rézame cada una de las razones por las que no debe temer una niña con miedo.
 Y, al final, yo resumiré mi vida en una frase: "Amé con todo mi corazón y dejé de vivir por un instante".

lunes, 13 de febrero de 2012

Ya cansé de recoger litros de agua gris

 Miro al techo que ha vuelto a gotear, hacía tiempo que no llovía así.
 Y cada gota golpeando contra los cacharros de metal me hace pensar unas veces en sangre y otras veces en ti.
 Lo que en realidad viene a ser lo mismo, lo que por crueldad ahora viene a dar igual.
 O puede ser un ángel que una vez perdió la fe y fue expulsado, y que ha venido a agonizar justo encima de mi hogar y estas gotas sean sus lágrimas.
 O puede que sea hora de entrar ya en razón y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura.
 Y eso tú lo sabes bien a fuerza de caer una y otra vez en una trampa mortal que en el tiempo dura ya ocho años y medio.
 Seré muy breve: te quiero, y esto duele.

 Trato de encontrar una salida pero no recuerdo ni por dónde hemos entrado aquí.

miércoles, 1 de febrero de 2012