lunes, 19 de diciembre de 2011

Tanto, tanto le quería que tardó en aprender a olvidar diecinueve días y quinientas noches

 Ahógame y reconstrúyeme despacio, pasito a pasito con mucho cuidado de no romperme. Soy vulnerable, soy débil, soy frágil. Ahógame, purifícame de un tortazo y sécame de un soplido. Tantos sueños y tantas palabras.
Y tantos deseos.

 Y, ¿si por cada beso me quitas arrugas? Me quitas vejez y me quitas años... y daños, pequeño.
Bésame y sujétame, para bailar o para no dejarme caer. Yo, a cambio, dejaré de escribir tristes poemas.

 Soy bailarina siempre dando vueltas y nunca avanzando. Me quedo en el mismo sitio, sí, pero no caigo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario