domingo, 18 de diciembre de 2011

De nuevo la realidad se volverá perplejidad

 No sabes lo que te espera, pequeño. No sabes qué se esconde, ni sabes qué te puedes encontrar.
 Me besas y prometes no dejarme caer jamás pero ojalá fuera cierto y ojalá consiguieras hacerme gritar al  Viento que todo acabó, que el que ahora me cuida eres tú.

 Tengo miedo, miedo de que en ti ardan deseos por saber, de que quieras ver más allá del pequeño jardín de ignorancia que te he construido. Pero mentiría si dijera que no deseo que rompas mi burbuja de un puñetazo para volver a reconstruirme a besos. Abrázame y dime que todo está bien, que no me harás daño y que te quedarás, que tú sí que permanecerás.

 Te quiero prematuramente, pero todo es tan confuso ahora... Es tan difícil no echar la vista atrás, resulta una tentación a veces. Volver a los comas, al limbo. Volver a Cydonia; lejos de esta hipérbole y esta crueldad que se hace llamar vida.

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